Un momento más

 

UN MOMENTO MÁS

Tiene amanecer

este momento;

tiene palabras

y lágrimas.

Y va de luto

en simple

y raudo vuelo

como las aves.

Su duelo es azul

como las flores,

y llora

en mis solas miradas.

INGRID ZETTERBERG

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Majestad

MAJESTAD

Amado Señor,

eres bueno y hospitalario

y me envías oleajes

de un mar lila;

me envuelves en tu paz

y misericordia.

Estoy enamorada de ti,

de tu misterio insondable,

de la hondura de tus ojos

de tus secretos impalpables.

Estoy prendada de tu luz

y serenidad.

Jesús, Rey mío,

en ti hay una terrible majestad.

INGRID ZETTERBERG

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Amor marchito

AMOR MARCHITO

Se desmorona el telón

donde el hastío se subleva.

Y mañana sólo quedará

la trágica escena:

Un hombre y una mujer

en la noche envueltos.

Y llegará el alba

con sus pies

desnudos y fríos;

y su máscara risueña

a ocupar la felicidad vencida.

Luego sabrán

que para los vecinos de la muerte,

no existen canciones nuevas.

INGRID ZETTERBERG

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Fragancia de amor

 

Elegía a mis tres perritos

 

Acerca de la vida y la muerte

 

Acerca de la futilidad del tiempo

 

ACERCA DE LA FUTILIDAD DEL TIEMPO

Todo se acaba,

todo tiempo esperado

llega y pasa

como una estela de humo.

El día de hoy

con sus acontecimientos

y palabras,

mañana será un ayer.

Cada día se desvanece

y no vuelve más.

Debemos vivir el hoy

intensamente, y valorar

cada instante

porque no volverá jamás.

INGRID ZETTERBERG

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Reflexión...Acerca de las amistades falsas

 

ACERCA DE LAS AMISTADES FALSAS

Hay "amistades" que no son genuinas.

Siempre las veremos a nuestro lado

en los días aciagos,

pero cuando llama a nuestra puerta

la fortuna y los triunfos,

esas falsas amistades se alejan,

porque el bicho de la envidia

les carcome por dentro,

y no soportan compartir nuestras alegrías.

no siempre se cumple aquel dicho:

"Échate a la cama 

y verás quien te ama".

Sí estarán con nosotros, en los fracasos

y enfermedad, pero sólo para tener

la satisfacción de vernos sufrir,

pero si Dios nos bendice,

huirán de nuestro lado, porque

nuestra felicidad les duele.

INGRID ZETTERBERG

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Acerca del destino del hombre

ACERCA DEL DESTINO DEL HOMBRE

¡Ah! Los pétalos de la rosa

se desprenden con la brisa

y no vuelven más al rosal.

Desmayan sobre la tierra,

marchitándose su hermosura.

Y se mezclan en el olvido

de las mariposas.

Desaparecen mustias

las flores más bellas.

Así es la vida del hombre,

fuerte en su lozanía,

y frágil en su vejez.

Va decayendo su andar,

su memoria se hace fugaz

y luego de descender 

hacia la hondura de la tierra,

entrará con paso lento

al desierto del olvido.

Y un día cualquiera

ya nadie pronunciará su nombre.

INGRID ZETTERBERG

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Humo

 

HUMO

Yo extiendo mis manos

y el agua quiere arder

entre los dedos;

y el cielo cautivado

dibuja sus estrellas

en lo hondo

de mi misma.

Es la noche

que se agiganta

en la luz del trueno.

Es la lluvia

que empapa mis desvelos.

Ya se han ido, lo sé.

¿Qué intentaban decirme

viajeras mariposas?

INGRID ZETTERBERG

Me presiento

 

ME PRESIENTO

No me conozco,

pero creo

haberme visto antes

en tu espejo;

y en el revés de tu ropa.

No me conozco,

pero veo el mundo

con tus ojos;

mientras camino

con mis pasos

en los tuyos;

y respiro por tu boca.

Pero no me conozco,

me presiento.

INGRID ZETTERBERG

Lo que tú eres

LO QUE TÚ ERES

Tú eres

húmedo beso

lleno de noche

de lluvia.

Tú eres alma

para mi alma,

y la piel

que precisa

mi piel.

Tú eres vida

para mi muerte.

Sin ti

me muero de sed.

INGRID ZETTERBERG

Derechos reservados

 

El oscuro momento

EL OSCURO MOMENTO

Ayer visité

el oscuro momento

en que mi ausencia

te llegará

hasta los huesos.

Fue un momento

que escapado

de mi misma

a lo lejos se perdió,

a lo lejos...

Ayer visité una tarde,

ese después

en que tus ojos

para siempre 

me perderán.

INGRID ZETTERBERG

Derechos reservados

 

Ámame

 

AMAME

quiero que me ames

con todas tus palabras,

con todas tus miradas

quiero que plantemos 

juntos

un jardín elevado,

un huerto de sueños.

No esperes el ancho camino

polvoriento,

poblado de bancas vacías,

donde mi ausencia

te roerá hasta los huesos,

No esperes el silencio.

ámame hoy

con todas tus heridas

INGRID ZETTERBERG

Año, 1976

Derechos reservados

En este mundo

 

EN ESTE MUNDO

Oscuras traiciones, falsedad,

palabras melosas, hipocresía,

envidia disfrazada de amistad.

Como misiles llegan desde lejos

y se cierra la cortina de la decepción.

Hoy estamos solos, no hay amigos

solamente astucia es su canción.

En este mundo

donde nadie quiere a nadie,

siento que me hundo.

INGRID ZETTERBERG

Derechos reservados

Desierto

 

DESIERTO

Ya se van los campos

henchidos de distancia,

donde pasa tu risa

como un tren

en el ocaso.

Como círculo

dibujado por un niño,

gira y gira

tercamente tu adiós.

Cuerpo lapidado

de tus miradas

que se quebranta

como un grito.

Este es el lugar

donde habitaban

tus manos,

hoy desierto.

INGRID ZETTERBERG

Derechos reservados

Demasiado tarde

DEMASIADO TARDE

¡Qué tarde ha llegado esa mirada de dulzor!

Ya mi sed se había agotado,

se había secado la fuente de mi necesidad.

Una loza fría cayó sobre mi corazón ajado.

Y esa mirada en aquella esquina,

llegó tarde como un tren en el ocaso.

Cuando el alma se congela

las miradas de miel ya no endulzan.

Pasan como pájaros grises

que regresan

de un ayer lleno de sombras.

INGRID ZETTERBERG

De mi poemario

"El vuelo de las golondrinas"

Derechos reservados

 

Alborada

                         ALBORADA

Yo he caminado contigo

solitariamente,

y me he deleitado

con tus pasos

por esos bosques vírgenes

de mi escondida esperanza.

Nos han rodeado murmullos,

y la silenciosa 

aceptación

de estar solos.

Hemos sido niños otra vez

en las palabras,

y nos hemos amado

en las miradas.

¿Quién pudiera retroceder

y encontrarte?

Estarías recostado siempre

en el tronco de aquel sauce;

perdido en lo verde

y lo ancho de mi vida.

INGRID ZETTERBERG

Extraño mar

 

EXTRAÑO MAR

Se acabó la alegría,

ya tus labios no sonríen,

y estoy navegando a solas

en un mar

que no conozco.

Tú,

te echarás a mi lado,

ausente,

y ya no será tu cuerpo

la prolongación

de mi cuerpo.

No hablaré a nadie

de mi fe muerta,

lo prometo;

sólo quiero 

guardar para mí

esta tristeza.

INGRID ZETTERBERG

Mariposa herida

 

MARIPOSA HERIDA

Si tú

me amaras,

me quedaría

revoloteando

en tu jardín,

como tierna

mariposa 

herida.

Y se amansarían

las sombras.

INGRID ZETTERBERG

Derechos reservados

Juntos

 

JUNTOS

Ven,

con tus manos

de sol,

que de ti

yo quiero beber

todas las frutas.

Recuerda

que el umbral

recién se asoma,

y juntos

nos debemos

la eternidad.

Este camino

no existía

antes de ti.

Lo surcan valles,

vientos y besos.

Lo alumbra 

la vida.

INGRID ZETTERBERG

1,976

Derechos reservados

Mil años

 

MIL AÑOS

Mil años hace que te busco,

y como un ciego

anhela un refugio,

yo he anhelado tu alma.

Yo sé que de mí te esconde

alguna puerta cerrada,

que me oculta, que me niega

la bondad de tu mirada.

Mil años hace que no amanece,

y que una noche inmensa

nos separa.

Mil años hace que te busco,

mil años

entre tu alma y mi alma.

INGRID ZETTERBERG

1,976

Derechos reservados

Premonición

 

PREMONICIÓN

A las puertas de la muerte

me he sentado

a contemplar la vida,

y la he sentido

cual un pensamiento divino.

Ante la sombra inquieta

que me espera,

me he sentado a contemplar

la existencia

y la he sentido

cual suave halo de luz.

¡Qué sola me voy!

donde mis pasos humanos

no habrán de llegar,

para hundirme en un sueño

jamás antes soñado.

Y tú

tú me tendrás que olvidar.

INGRID ZETTERBERG

Año 1,976

Derechos reservados

¿Lo sabes?

 

¿LO SABES?

¿Sabes que mi esperanza

se prende de tus ojos malos?

¿Y qué a través de ti 

Él no me ha olvidado?

¿Qué me llama y juega conmigo

en las olas fugaces del tiempo?

¿Y en su red me rescata

de tus aguas amargas?

¿Sabes que moldea mis días,

y hasta mi dolor va restando?

¿Que soy suya más que tuya

en el secreto más amado?

INGRID ZETTERBERG

Año 1,976

De mi poemario

"El canto de la tórtola"

Derechos reservados

Anda hombre

ANDA HOMBRE

Tú

ya no eres tú.

Te me dispersas

como las sombras,

pero ya no eres luz.

Estás entre el pasar

y el ruego,

asido de mis días,

quemándote las manos.

Anda hombre,

camina

y no te hieras más,

que ya no puedo

cerrarle el paso

a tu verdad a gritos,

a tu muda verdad.

INGRID ZETTERBERG

Año 1,976

De mi poemario

"El canto de la tórtola"

Derechos reservados

 

Somos uno

 

SOMOS UNO

Intuyes,

sabes,

me conoces;

y siempre

develas

los sacrificios

de mi alma.

Somos uno

por instinto.

INGRID ZETTERBERG

Derechos reservados

Somos dos

 

SOMOS DOS

Amado,

vienes como lluvia

en torrentes

a inundarme toda.

Canto dulce

tiene esta tarde,

en que tu perdón

florece

y perfuma mi vida.

Somos dos

que se conocen

en el viento.

INGRID ZETTERBERG

De mi poemario

"El árbol invencible"

Derechos reservados

HUMILDAD

HUMILDAD

Eres como un lirio blanco

que se abre tímidamente

de cara al sol

con tus pistilos temerosos

y humildes

resignado a vivir

lo que te imponga Dios.

Ingrid Zetterberg

 

Brevería

 

BREVERÍA

¡Qué estrellas tan tristes

divagan en la noche!

Se mecen

en el negro terciopelo.

Ancha boca que devora

los sueños

de ingenuos poetas.

INGRID ZETTERBERG

De mi poemario

"Tu alma y la mía"

Derechos reservados

Safe Creative Cta. 1006080193112

¿Me criticas?

 

¿ME CRITICAS?

¿Porqué me criticas tú,

azucena que perdió su fragancia?,

caminante

cuyas huellas las borró el tiempo?

Ya se apagó tu voz

entre champagne y vino,

y rodó tu pluma

por el sendero del viento.

Se acallaron los acordes

de la guitarra

que en tus noches azules

te iluminaban el alma.

Ya se acabaron los ecos

de tus versos loados

entre campanas.

y entre tus críticas

y desprecios

tu lira quedó colgada.

Silencio.

INGRID ZETTERBERG

De mi poemario

"Por el valle de los aromas"

Derechos reservados

Safe Creative Cta. 1006080193112

Tu voluntad

 

TU VOLUNTAD

¡Qué bella es

tu voluntad!

¡Cómo ha quebrado

este canto!

Como se calla

en la ondulada

mañana

para que yo te escuche.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado

Señor Jesucristo

Horizonte

 

HORIZONTE

Taciturno horizonte,

hoy vienes a buscarme

en esa pequeña barca.

Yo te veía venir,

y me aprendí tu silueta

lentamente.

Y ahora que estás cerca,

ya nada puedo hacer

sino rendirme a tus pies.

INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi amado

Señor Jesucristo