ACERCA DEL DESTINO DEL HOMBRE
¡Ah! Los pétalos de la rosa
se desprenden con la brisa
y no vuelven más al rosal.
Desmayan sobre la tierra,
marchitándose su hermosura.
Y se mezclan en el olvido
de las mariposas.
Desaparecen mustias
las flores más bellas.
Así es la vida del hombre,
fuerte en su lozanía,
y frágil en su vejez.
Va decayendo su andar,
su memoria se hace fugaz
y luego de descender
hacia la hondura de la tierra,
entrará con paso lento
al desierto del olvido.
Y un día cualquiera
ya nadie pronunciará su nombre.
INGRID ZETTERBERG
Derechos reservados
O ciclo inevitável da vida, tão forte no inicio e tão frágil no final.
ResponderBorrarBelo poema.
Beijinhos
Gracias María por visitar mi breve reflexión y dejarme tu grata huella. Un abrazo.
BorrarMinha amiga, o teu poema é muito profundo e relata na perfeição o que é a vida humana : uma onda a desfazer-se na areia sem deixar marca.
ResponderBorrarQuerida Ingrid, besos , bom resto de semana e muitas graças pela tua presença :)
Gracias querida amiga Sao por recorrer mi reflexión y dejarme tan bella respuesta que valoro mucho. Un abrazo grande y que tengas un feliz 13 de marzo.
BorrarNos dejas la caducidad de la rosa como símbolo de la decadencia humana, amiga...Realmente es así, nos consuela la fé, que nos da esperanza de vida eterna para el alma. Gracias a ello puede sobrellevarse el declive humano.
ResponderBorrarMi abrazo entrañable y mi cariño, Ingrid.
Gracias Ma. Jesús por visitar mi reflexión y dejarme tan bello comentario que aprecio bastante. Un abrazo desde mi corazón.
BorrarUna gran realidad Ingrid.
ResponderBorrarBesos.
Así es la vida, Conchi. Gracias por estar presente en mi sencillo blog. Un abrazo.
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